Túnez es un verdadero paraíso para los amantes de las compras. Este país se descubre como un gran "shkus" o zoco en el que se puede encontrar la más rica y variada artesanía popular, así como fragantes y excelentes productos naturales. A pesar de que cada región se especializa en un tipo de artesanía, hoy se puede encontrar casi todo lo que se produce en el país en la mayoría de los zocos, bazares o mercados de las principales ciudades.
Lo más característico del país son las maravillosas alfombras tunecinas, de excelente calidad y con múltiples y vistosos diseños. Existen diversos tipos de alfombras y realizadas con variados tejidos como el kilim, tapices pequeños con diseños geométricos, el mergúm, tejido y bordado o la Kairuán, alfombra de nudos, la más representativa del país.
Estas según su diseño son: la Clásica, simbolizando en el centro la lámpara de la Gran Mezquita y rodeada por diversos motivos geométricos que son copiados por las mujeres de los distintos monumentos de la Ciudad Santa; la Beréber, suele tener más cantidad de lana y pocos dibujos, cuando los tienen, representan los tatuajes de las tribus a las que pertenecen los artesanos. Los colores de estas alfombras son muy bonitos y cálidos; y la Bizerta, decorada con pequeños motivos distribuidos uniformemente por toda la alfombra, estos motivos suelen ser: escarabajos, tatuajes beréberes, Cruz de Kairuan, rosas del desierto, etc.
La más común tiene 40.000 nudos por metro cuadrado, pero las hay de 90.000 y hasta de 250.000 nudos por metro cuadrado.
También son muy apreciados los de Gafsa, Nabeul, Gabes y Bizerta que pueden comprarse por metro cuadrado dependiendo de la categoría se dividen en primera o segunda según el número de puntos por metro cuadrado. Son una buena inversión y, además, están tratados contra la polilla y toda clase de insectos por lo que ofrecen seguridad. Es recomendable que a la hora de comprar alguna alfombra o tapiz esta posea una etiqueta oficial, donde se especifican las cualidades de la misma.
La alfarería es otro de los productos más representativos de Túnez. Existen dos centros importantes, donde se pueden encontrar verdaderas maravillas artesanales y son: Nabeul, donde las piezas son realizadas con cerámica esmaltada en plomo, tiene una rica y variada gama de colores y los motivos que le adornan suelen ser los pájaros y las flores; y el de la Isla de Djerba, en Guellala, que se precia de tener una tradición más antigua. Aquí la alfarería se realiza en tonos rojizos, es muy variada e interesante y tiene diseños como el beréber, cerámica de estilo rústico con motivos ingenuos y que cautivan por su belleza y simplicidad.
En Túnez también se pueden encontrar los más diversos y atractivos productos realizados en cuero como: cómodos pufs, prácticos bolsos de viaje, una gran variedad de maletines, cómodas babuchas, etc. Todo ello a muy buen precio. Es conveniente cerciorarse de que las juntas estén bien cosidas y de que la piel presente un buen acabado.
Los artículos de cestería, sobre todo la procedente de los oasis, son variados y muy apreciados. Generalmente los artículos están fabricados con esparto o bien con hojas de palmera y se pueden adquirir una amplia gama de ellos como las esteras, los bolsos, de todos los tamaños y para todos los gustos, cómodos sombreros, originales pantallas para lámparas, prácticas bandejas, no menos prácticos posa-platos y posa-vasos y originales y bonitos muebles. Destacan los trabajos realizados en Nabeul, Gafsa y Gábes.
Al caminar entre las calles de los zocos, llama la atención de los visitantes el sonido de los golpes de martillo sobre el metal, son los artesanos que cincelan el cobre, uno de los metales más trabajados en Túnez, asomarse a estos talleres es una experiencia que no debería perderse nadie, ya que realizan piezas muy bonitas, entre otras, existe una gran variedad de bandejas, originales teteras, prácticos azucareros, bonitas copas, platos de todos los tamaños, elegantes jugos de café, etc. Todos ellos componen un rico universo de piezas creadas en cobre cinceladas con perfecta precisión.
Pero Túnez no ofrece sólo alfombras o cobre. En este país se pueden encontrar además, maravillosas piezas de joyería realizadas en oro y plata, sobre todo la judía de la Isla de Djerba, destacando también las piezas de coral realizadas como verdaderas esculturas. Las más famosas son las de Tabarka. Es conveniente no olvidar que se puede adquirir oro y plata (también joyas), al peso.
Los instrumentos musicales resultan muy originales, tambores de todos los estilos y decoración, gaitas y oboes beréberes hechos con dos caños de madera.
También se pueden adquirir preciosos tejidos bordados realizados con hilo de oro y plata de Mahdia, magníficas tallas realizadas en madera, los frescos y cómodos vestidos típicos (yebas, ganduras y chilabas, especialmente en Sfax), las elegantes jaulas blancas y azules de pájaros de Sidi Bou Said con formas muy armónicas y utilizadas como amuletos, el hierro forjado de Bizerte, las mantas haoulis y ferrachias, decoradas con dibujos geométricos y de animales de Gafsa, el precioso cristal pintado, los exóticos perfumes, las joyas típicas de los beréberes realizadas con coral y plata que compensan su peso con la originalidad de sus diseños, las lámparas de barro de imitación romana y antigüedades de valor que deben ir acompañadas de su certificado de autenticidad ya que existen numerosas imitaciones.
No se puede abandonar Túnez sin dejarse invadir por los aromas y colores de los zocos de las especias. En los puestos, los sacos repletos de azafrán, pimienta, clavo, laurel, cominos y otras miles de especies se combinan con la jena o hené, el tinte natural por excelencia, el khol, el maquillaje para los ojos cuyos frascos tallados son una verdadera obra de arte, las esponjas naturales y un sin fin de artículos que seguro cautivarán a cualquiera que se detenga a verlos.
El regateo es parte esencial en el placer de las compras. Para disfrutar con él es importante comprender que para un tunecino es tan importante la relación que se establece entre el comprador y el vendedor como conseguir la venta de un artículo. La prisa no tiene cabida en zocos, mercados y tenderetes, en realidad son un lugar entrañable para reunirse, charlar y reír, de ahí su incomparable encanto y ese ambiente tan especial que en ellos se respira. Una vez en su interior es aconsejable pasear admirando los distintos artículos y una vez elegido uno y comparado los distintos precios, iniciar el proceso de compra con una agradable charla que seguramente se verá aderezada con una invitación a tomar un dulce té con hierbabuena. Cuando se llega al precio del producto, lo habitual es que se pida de salida una cantidad excesiva por parte del vendedor, el comprador debe sonreír y rebajar esa cifra a un poco menos de la mitad, a partir de ahí cualquier precio que se alcance será aceptable, si además se ha conseguido un ambiente agradable y una charla amena, las dos partes quedarán plenamente satisfechas y el visitante habrá descubierto el placer que el regateo puede ofrecer en sí mismo.
También se pueden realizar compras en las Office Nationale de L'Artisanat (O.N.A.T. - Oficina Nacional de Artesanía Tunecina), estas se encuentran en las principales poblaciones y en ellas se pueden adquirir la mayoría de los productos del país. En estas se garantiza la calidad y la autenticidad y no existe el regateo, pero realizan un 10% de descuento si se paga al contado y en divisas. Aceptan cheques de viajes y algunas tarjetas de crédito. En los encargos hay que hacer un pago previo de 30% y el resto a la recepción de la mercancía. Los gastos de importación corren a cargo del cliente.
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