Los chott, son característicos por la ausencia de cualquier tipo de vegetación siendo depresiones salinas que por la mezcla de esta sal con el barro y la arena forman un suelo arcilloso donde el agua emerge en algunas zonas, produciendo la sensación de tratarse de un mar.
En esta zona los espejismos son muy comunes, sobre todo cuando la temperatura sobrepasa los 30 grados, pudiendo llegar a verse desde una caravana de camellos hasta incluso un oasis o un pozo con agua.
Los más importantes son el Chott El Djerid o Lago Salado del Djerid. Es el más grande de todos y se extiende al norte del Sáhara, desde la región de Gabes hasta Argelia, dividiendo la zona tunecina en dos partes.
Este lago se encuentra a unos 20 metros sobre el nivel del mar. Durante el recorrido por este Chot se pueden ver los canales que bordean la carretera, mostrando la diversidad de colores del agua que van desde el rojo al blanco, azul o verde entre otros, así como el lugar donde hace años broto un manantial que provoco el hundimiento de parte del mismo.
Después de cruzar esta gran extensión se llega a los frondosos oasis de Bled el Djerid o país de las palmeras. El Chott Fejej, prolongación del Djerid y el Chott Gharsa.Desde Douz en dirección hacia Tozeur, pasando por Kebili, existe una carretera que cruza el Chott El Djerid donde disfrutará de un juego de colores espectaculares que dependerá de la composición de los minerales y de la densidad del agua que brote de los manantiales.
La carretera de Tozeur a Kebili, en el suroeste de Túnez, cruza un enorme lago de sa llamado el Chott El Djerid. Es un viaje espectacular a través de una única carretera rodeada por un mar de sal que se extiende hasta el infinito.
Cuando se llega a Kebili el enorme lago de sal va dando espacio a pequeños oasis con palmeras y finalmente queda a nuestras espaldas.
Merece la pena realizar el trayecto en un louage sentado junto al conductor para disfrutar de esta maravillosa monotonía de sal y más sal extendiéndose a ambos lados de nuestra vista
Si duda alguna lo que más impresionante es experimentar esa sensación sorda de inmensidad que se descubre cuando atraviesas el gran lago salado del Chott el Djerid.
Tragar y no poder escupir esa fina arena roja del desierto rojo dirección a Matmata hace que te lleves algo de es sitio y, ya no solo un recuerdo.
Disfrutar y otear la inmensidad de un mar de fina arena blanca desde lo alto de la gran duna de Douz, pórtico del gran desierto del Sáhara
Nefta, la hermana pequeña del gran oasis de Tozeur, es famosa en toda el Sahara por ser un lugar espiritual.
Menos turístico y de menores proporciones que su hermana mayor, Nefta no obstante alberga más de 400 mil palmeras.
En su interior, en la Corbella, nacen otras más ofreciendo un bello paisaje con este mar salado del Chott el Djerid al fondo eclipsando el infinito y a quien lo rodea.
Son tan sólo 25 kilómetros que separan un oasis del otro entre árido paisaje y vale la pena pagar los irrisorios 60 cts. del viaje que cuesta un louage para darse una vuelta por la ciudad de Nefta.
El turismo no ha llegado tan masificado a Nefta y se nota a la hora de cerrar la escuela cuando los niños pasan y te ven, en la tranquilidad que transpiran sus calles y sus habitantes tomando un café al sol.
Los velos abundan más que en los turísticos lugares donde el gobierno trata de mostrar una Túnez más moderna a los ojos del viajero.
En la ciudad parece que el tiempo se haya parado.
En la ciudad parece que el tiempo se haya parado.
La mayoría de viviendas están en obras con una planta ya construida y la segunda, con cuatro bigas amarradas a los pilares, esperan alguna señal divina o a la iniciativa de alguien a quién la paz del oasis no le haya mermado el empeño de querer hacer alguna cosa.
Os merece la pena visitar esta zona del desierto y su ciudad espiritual y perdida Nefta.
(si os apetece pasear ahora por Nefta pulsar esté vínculo: http://tunez2.blogspot.com/2007/06/nefta.html)
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