Túnez cuenta con una población de unos ocho millones de habitantes aproximadamente. Está compuesta fundamentalmente por árabes, los beréberes puros constituyen una minoría cercana a los 90.000 y habitan en las montañas del interior, además, en Túnez habitan unos 15.000 judíos, asentados sobre todo en la capital y en la Isla de Djerba y un reducido número de extranjeros procedentes de países como Francia, Italia, Argelia y Malta, etc.
Los beréberes fueron los primeros pobladores del país sobre los que se tienen noticias históricas y en ellos se mezclan las sangres negra y mediterránea. A pesar de que ocupaban un territorio muy bien delimitado y de no poseer una unidad política y cultural, siempre se opusieron con revueltas ante la presencia extranjera. Fueron los árabes, tras sangrientas luchas, los que lograron, finalmente, una vía de entendimiento para convivir pacíficamente con ellos. En el siglo X la islamización y arabización de los beréberes era casi total con lo que se inicia el mestizaje de ambos pueblos. En la actualidad, sólo un 2 % de la población es de origen beréber puro.
Los tunecinos son gente muy hospitalaria y siempre están dispuestos a ofrecer alguna taza de té, que nunca debe rechazarse, y unos dátiles a cambio de una agradable charla. También invitan, sin dudarlo, a los visitantes a participar de una de sus populares y coloristas fiestas y presentarán su familia a los nuevos invitados sin ningún reparo. Como en casi todos los pueblos árabes, el té a la menta se bebe a todas horas siendo una forma de trato social.
En ninguna ciudad árabe pueden faltar la mezquita, los baños públicos y el mercado, llamado zoco. Estos tres elementos constituyen el núcleo de la vida en Túnez. El zoco, que suele estar dividido en secciones según los distintos grupos artesanales, se concentra sobretodo alrededor de la mezquita, ramificándose por todas las callejuelas y patios adyacentes. Los baños o "Hammams", conocidos también como baños turcos, son otro de los rasgos más característicos de Túnez. Generalmente, al finalizar la semana de trabajo, los tunecinos se reúnen en los baños para limpiarse, descansar y conversar. Es un verdadero encuentro social en el que también participan las mujeres en su zona de baños. En los preparativos de cualquier boda, las mujeres acompañan a la novia, y entre cantos y música la disponen para ese día tan especial. El baño consiste en una fuerte sudoración provocada por los calientes vapores, seguido de un fuerte masaje aplicado con un guante de pelo de animal. No se puede abandonar Túnez sin haber disfrutado de un hammam ya que si se dispone de tiempo, es una buena forma de relajarse a la vez que se conoce a los tunecinos entablando una cordial y amena conversación.
El Islam es otro de los rasgos que marcan y definen el carácter de los tunecinos. Además de ser su religión, domina también la vida política, la social y la de cada individuo. Las obligaciones de todo musulmán son cinco: la primera es, la oración, que debe realizarse cinco veces al día y los viernes en la mezquita, en la que para entrar primero hay que descalzarse y orar siempre mirando hacia La Meca; la segunda, la limosna legal; la tercera el ayuno, obligatorio en el mes del Ramadám para los mayores de 14 años; la cuarta, la peregrinación a La Meca, por lo menos una vez en la vida y la quinta y última, la profesión de fe. Es muy importante ser respetuoso con las tradiciones y costumbres del país, si una mujer accede a una mezquita debe llevar los hombros tapados y las faldas o pantalones largos, así como el cabello bajo un pañuelo. Si no se dispone en ese momento de uno, en las puertas de los principales monumentos religiosos se puede alquilar el traje y el pañuelo a precios muy económicos.
Otro elemento importante en la vida de los tunecinos es la música maluf. A pesar de la presencia de nuevos ritmos musicales, sobre todo occidentales, los tunecinos se sienten orgullosos de su cultura musical y se mantienen fieles a los ritmos tradicionales.
En cuanto a la situación de la mujer, a pesar de que la sociedad es un patriarcado, Túnez se encuentra en la vanguardia de los países árabes en lo que respecta a la igualdad de la mujer, gracias a la promulgación en el año 1956 del Estatuto Personal con el que se alcanzó la igualdad jurídica. Sin embargo, sobre todo en las regiones del interior y menos pobladas, las mujeres siguen un ritmo de vida tradicional con ancestrales costumbres.
Los típicos beréberes nómadas no han desaparecido totalmente, pero su número se ha visto reducido por los programas de asentamiento que han provocado que en la actualidad sólo queden grupos seminómadas, que aunque acompañan a sus ganados por las estepas, permanecen la mayor parte del tiempo en sus aldeas.
Los tatuajes en la piel realizados con henna, sobre todo en las mujeres del sur del país, son otra de las costumbres más arraigadas de los beréberes nómadas. Cada tribu posee sus propios diseños y se realizan principalmente en la frente, mejillas, mentón, pecho, cara interna y externa de los brazos, muñecas, manos, dedos y cerca de los tobillos.
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